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Un recubrimiento de fosfato de hierro permite que la superficie metálica se convierta en un conductor pobre. Este recubrimiento de tan sólo unos pocos micrones de espesor,proporciona una barrera aislante a la corrosión.

El recubrimiento de fosfato protege limitadamente al metal contra la corrosión. Por eso se recomienda para aumentar notablemente su beneficio protector, la aplicación sobre él de una película de pintura u otro acabado orgánico.
Las extraordinarias propiedades de absorción de la capa de fosfato a la pintura, se debe a la rugosidad microcristalina que produce sobre la superficie metálica. Los grandes beneficios de la capa de fosfato, como tratamiento previo a la aplicación de pintura sobre un metal, se resumen en el aumento notable en la adherencia de la pintura y la resistencia a la corrosión del metal base, así como la resistencia al impacto y golpes, mejorando la elasticidad metal-pintura.

El fosfatizado de Hierro, es un recubrimiento amorfo de apariencia iridiscente, ampliamente usado en el pintado de metales. El peso promedio del recubrimiento es de 0,4 – 1,0 gr / m2. Existen fosfatos de Hierro a los que se agregan surfactantes adecuados para que la limpieza y el fosfatizado se realicen en una sola etapa.

¿Qué es el Pre-tratamiento?


El pre-tratamiento se puede definir como una preparación de las superficies para dejarla en condiciones de recibir una capa de pintura (acabado orgánico) que la proteja y la embellezca.
Esto permite que la preparación y adecuación de las superficies otorge mejoras a la aplicación de la pintura. Otorgando al material o pieza las cualidades de perdurabilidad, resistencia y limpieza para que funcionamiento y presentación sean óptimos.

La superficie a cubrir debe estar libre de elementos extraños (grasas, polvo, humedad, pintura anterior, oxido, ceras, etc.) y para lograrlo es necesario proceder a un pre-tratamiento, indicado para cada caso.
Las piezas a pintar habitualmente presentan huellas de mecanizado, es decir de haber sufrido una transformación exterior por medios mecánicos (laminado, estampado, cepillado, torneado, etc.) y es muy probable que las partes sometidas a estos procesos presenten una capa de aceite o grasa. Los otros sectores de las piezas no tocados en la elaboración suelen presentarse recubiertos de una película de óxido natural o de cascarilla.